3 de junio de 2010
DAVID REYNOLDS:
Detesto la victimización, como la que existió en el Holocausto, en el cual se victimizó a muchas personas. O como en la región sudanesa de Darfur o, mucho antes, en la esclavitud. No se trata de proteger el Museo del Holocausto solamente. Hay situaciones de victimización todo el tiempo. En un sentido más general, nos incumbe a todos.
ALEISA FISHMAN:
Este mes hizo un año que el oficial Stephen Tyrone Johns murió heroicamente en cumplimiento del deber de proteger a los visitantes y al personal del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos contra un antisemita declarado y racista que negaba el Holocausto. El oficial de policía especial David Reynolds trabajaba con el oficial Johns. Hace más de una década que Reynolds recibe y protege a las personas en el Museo. Reynolds considera que su función es importante debido al antisemitismo, racismo y fanatismo que aún existen en el mundo.
Bienvenido a Voces sobre el antisemitismo, una serie de podcasts del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos que es posible gracias al generoso apoyo de la Oliver and Elizabeth Stanton Foundation. Soy Aleisa Fishman. Cada mes, tenemos un invitado que reflexiona sobre las muchas maneras en que el antisemitismo y el odio influencian nuestro mundo en la actualidad. Desde Washington, DC, presentamos a David Reynolds.
DAVID REYNOLDS:
Me llamo David Reynolds. Trabajo en el Museo desde hace aproximadamente 13 años. Soy responsable de la seguridad de empleados y visitantes. Trato de asegurarme de que los oficiales y supervisores que trabajan aquí en el Museo tengan la mejor preparación posible para responder a una emergencia. Somos el primer contacto y la impresión que dejamos es importante, muy importante. Básicamente, eso es lo que hago.
Antes tuve otros trabajos. Trabajé como taxista y en mudanzas. Siempre me gustó trabajar con el público. Por eso decidí acercarme al Museo y averiguar en qué consistía el trabajo. Lo considero una enorme responsabilidad porque al Museo vienen muchas personas, no solo empleados, sino también visitantes. En cualquier momento puede producirse una crisis y personas que no me conocen dependen de mí.
Para mí es importante. Observo la mirada de los jóvenes que visitan el Museo y noto que se secan las lágrimas de la cara, porque se sienten identificados. Por ser un hombre afroamericano, he enfrentado una cantidad de situaciones en las que mi color de piel fue un problema. Además, hasta cierto punto yo también me siento identificado, porque mis ancestros sufrieron mucho. Existe una correlación. Hay un vínculo. Personalmente, creo que el Museo es un símbolo, si se tiene en cuenta que en todo el mundo hay facciones que no quieren que este lugar exista. Es importante recordarlo.