5 de febrero de 2015
MO ASUMANG:
Mi objetivo es averiguar cómo funciona el racismo; entonces, me reúno con racistas, neonazis y partidarios del Ku Klux Klan para conversar con ellos.
ALEISA FISHMAN:
Mo Asumang es una directora alemana de documentales que combate el racismo y el antisemitismo de la forma más literal posible: habla con las personas frente a frente. Asumang acude a marchas nacionalistas y manifestaciones contra la inmigración en Alemania. También asiste a reuniones con los supremacistas blancos en el sur de Estados Unidos. Acompañada de su equipo de camarógrafos, sale a buscar extraños para entablar una conversación.
Bienvenidos a Voces sobre el antisemitismo, una serie de podcast del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos que es posible gracias al generoso apoyo de la Oliver and Elizabeth Stanton Foundation. Soy Aleisa Fishman. Cada mes, tenemos un invitado que reflexiona sobre las muchas maneras en que el antisemitismo y el odio influencian nuestro mundo en la actualidad.
Comenzaremos con un fragmento fílmico de la película de Mo Asumang, The Aryans (Los arios), en el que conversa con un miembro del KKK durante una manifestación nocturna en Virginia.
Asumang: ¿No podían resolver su problema de algún otro modo?
Miembro del Klan: Nosotros no… ¿Qué problema resolvimos?
Asumang: ¿No podían hablar con las personas de raza negra?
Miembro del Klan: Personalmente, cuando hablé con ellos, intentaron atacarme.
Asumang: Yo no lo ataqué.
Miembro del Klan: No, usted no.
Asumang: Entonces, según entiendo, ¿el Klan funcionaría como una forma de protección? ¿Por miedo?
Miembro del Klan: No, no es por miedo.
Asumang: Entonces, ¿es por…?
Miembro del Klan: Por convicciones.
ALEISA FISHMAN:
Debido a que creció como una niña mestiza en Alemania, Asumang ha tenido que hacer frente al racismo desde que tiene memoria.
MO ASUMANG:
Mi padre llegó de Ghana en la década del 60. Él estudiaba en Alemania, en la ciudad de Kassel, y mi madre vivía allí. Se conocieron en el tranvía. Y, sí, se unieron. Debo decir que mi infancia no ha transcurrido como la infancia familiar tradicional, porque, cuando tenía cinco semanas de vida, me dejaron en un orfanato, y estuve allí durante un año. Al cabo de ese año, me adoptaron mis padres sustitutos, y luego fui a vivir con mi abuela. Cuando tenía dos años, nos desalojaron de la casa en la que mi madre y mi abuela habían vivido tantos años. La causa fue el color de piel de mi padre y el mío. Así que todas estas vivencias han influido mucho en mi vida.
ALEISA FISHMAN:
Asumang fue una de las primeras mujeres de color en trabajar como presentadora de televisión en Alemania y se convirtió en el blanco de una banda de rock neonazi.
MO ASUMANG:
Escribieron esta frase: “Esta bala es para ti, Mo Asumang”. Era parte de una de sus canciones. Esa canción la escuchaban personas de la comunidad neonazi, quienes se la enviaban entre sí por correo electrónico u otros medios. La canción realmente me obligó a analizar este tema con mucha seriedad.
ALEISA FISHMAN:
Aunque se trataba de una amenaza pública de muerte, esto envalentonó a Asumang. De hecho, se transformó en la fuente de inspiración de los tres primeros documentales que haría sobre la raza y la identidad. Asumang sostiene que las películas tienen el poder real de fomentar el cambio.
MO ASUMANG:
En primer lugar, creo la imagen. La imagen es la siguiente: de un lado, hay un racista, un neonazi o un miembro del Ku Klux Klan; del otro lado, estoy yo, la persona de raza negra —o podría ser un judío o un musulmán—, pero estoy creando la imagen: podemos hablar. Si nunca ves que funciona, entonces ni siquiera puedes imaginar que podemos generar un cambio. Quizá mostrarlo en una película no sea gran cosa, pero al menos es un comienzo.
ALEISA FISHMAN:
Asumang reconoce que no todos están de acuerdo con sus estrategias para hacer frente al odio de forma tan directa. Sin embargo, su gran fuente de inspiración es el extraordinario cambio del que fue testigo en el seno de su propia familia, cuando su abuela, quien había integrado el partido nazi y había trabajado para las SS, se encontró frente a frente con una nieta de raza negra.
MO ASUMANG:
Mi madre me comentó que, cuando le contó a mi abuela que iba a nacer un bebé, y que ese bebé sería de raza negra, mi abuela dijo que quería saltar a las vías para que la arrollara un tranvía y suicidarse. Aun así, a pesar de que había trabajado para las SS, cuando me vio, hubo un momento de emoción que la sobrecogió, y ese momento de emoción fue algo humano. Había nacido un bebé, y era mujer. Mi abuela tenía los sentimientos de una madre, así que cuidó de mí. Al analizar mi historia personal, realmente estoy cien por ciento segura de que todas las personas, incluso si han trabajado, por ejemplo, para las SS, pueden cambiar, pero es necesario que la meta tenga una conexión personal. Sí. Mi abuela, a través de su historia y la mía, me ha empujado bastante en esa dirección. “Esta idea funcionará. Adelante, habla con las personas; verás que funciona”