5 de noviembre de 2009
MAZAL AKLUM:
¿Quién eres? ¿Encajas en tu medio? ¿Cuál es su tu historia? Son preguntas muy sencillas, pero importantes. Preguntas muy importantes.
ALEISA FISHMAN:
Mazal "Mali" Aklum aprendió bien la importancia de recordar la historia. Sus padres estuvieron en la primera oleada de judíos etíopes que huyeron de su país y se establecieron en Israel en la década de 1980. Como miembro de una minoría poco conocida, cuya historia muchas veces no se tiene en cuenta, Aklum tiene una perspectiva única sobre la amplitud de la identidad judía y la importancia de preservar la memoria.
Bienvenido a Voces sobre el antisemitismo, una serie de podcasts del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos que es posible gracias al generoso apoyo de la Oliver and Elizabeth Stanton Foundation. Soy su presentadora, Aleisa Fishman. Cada dos semanas, tenemos un invitado que reflexiona sobre las muchas maneras en que el antisemitismo y el odio influencian nuestro mundo en la actualidad. Grabado en el Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos. A continuación, presentamos a Mazal Aklum.
MAZAL AKLUM:
¿Cómo se identifica una persona? No es una pregunta sencilla. Especialmente, si perteneces a muchas minorías, como suelo decir. Porque yo me describiría, en primer lugar, definitivamente como mujer; luego, como mujer negra; luego, como mujer negra judía; y, finalmente, como israelí. Es decir, mis raíces son muy importantes, pero ninguna de ellas es fácil para mí. Siempre tengo que explicar quién soy. Es un poco frustrante, porque siempre tengo que probar mi judaísmo, cuando el resto lo vive de una manera muy natural. Por el hecho de vivir en Israel, un país judío, que generalmente se identifica con los judíos de Europa, siempre tengo que convencer a los demás y explicar cómo es posible que sea etíope y judía a la vez.
La diferencia entre los judíos de origen europeo y yo es el color de la piel. Siempre está el tema del color de la piel. Si las personas no comprenden los hechos, el proceso y la historia, dentro de 100 años se preguntarán cómo es posible que una persona como yo sea judía. Simplemente por ser de África. Y esto es peligroso porque, lamentablemente, durante el Holocausto había gente espantosa para quienes los judíos eran una raza, lo cual es erróneo. El pueblo judío está compuesto por personas de distintos colores de piel y que hablan diferentes idiomas. No importa si se es judío europeo o marroquí; ser judío es una forma de vivir la vida.
Debe comenzarse por los mismos judíos, porque si los judíos desconocemos esta parte de la historia, ¿cómo podemos esperar que una persona que no sea judía conozca la historia de la comunidad etíope? Por eso, en primer lugar, mi objetivo es enseñar a los judíos. Después, daré el siguiente paso. Porque cuando se conocen el origen y la historia de una persona, se la respeta más.