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Inge Katzenstein: refugio en Kenia

First Person Podcast Series

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6 de mayo de 2009

Inge Katzenstein relata cómo huyó de la Alemania nazi en 1939 y encontró refugio junto a su familia en Kenia, donde permanecieron durante la guerra y de esta manera escaparon del Holocausto.

Esta página también está disponible en inglés.

LA TRANSCRIPCIÓN COMPLETA

INGE KATZENSTEIN:
“Miedo a llamar la atención o a que ellos quisieran saber qué teníamos o qué no. Teníamos que estar en silencio. Una vez que cruzamos la frontera suiza, mi madre dijo: ‘Ahora pueden hablar’”.

NARRADOR:
Más de sesenta años después del Holocausto, el odio, el antisemitismo y el genocidio todavía amenazan a nuestro mundo. Las historias de vida de los sobrevivientes del Holocausto trascienden las décadas, y nos recuerdan que permanentemente es necesario ser ciudadanos alertas y poner freno a la injusticia, al prejuicio y al odio, en todo momento y en todo lugar.

Esta serie de podcasts presenta fragmentos de entrevistas a sobrevivientes del Holocausto realizadas en el programa público del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos llamado En primera persona: conversaciones con sobrevivientes del Holocausto.

En el episodio de hoy, Inge Katzenstein le cuenta al presentador, Bill Benson, cómo su familia emigró en 1939 desde la Alemania nazi hacia Kenia, donde vivieron durante el resto de la guerra.

BILL BENSON:
Entonces decidieron ir a Kenia, pusieron todo en marcha, obtuvieron los permisos, su madre había comprado provisiones y ropa para mucho tiempo, empacaron y pensaban que el equipaje iba a viajar con ustedes a Kenia. Cuéntenos cómo fue el comienzo del viaje a Kenia.

INGE KATZENSTEIN:
Salimos de Colonia en tren y, vía Suiza, fuimos a Génova, Italia. Fue un viaje maravilloso, excepto que no podíamos decir ni una palabra en el tren. Ni una sola [palabra]. A mi hermana y a mí nos separaron.

BILL BENSON:
¿Para que no conversaran?

INGE KATZENSTEIN:
Para que no conversáramos ni peleáramos. Y mientras estábamos en Alemania, no podíamos abrir la boca.

BILL BENSON:
¿Por miedo a llamar la atención?

INGE KATZENSTEIN:
Sí. Miedo a llamar la atención o a que ellos quisieran saber qué teníamos o qué no. Teníamos que estar en silencio. Una vez que cruzamos la frontera suiza, mi madre dijo: “Ahora pueden hablar”. Y viajamos desde la tarde hasta la noche a Italia, y nos quedamos allí un día o dos, y luego subimos a bordo de un barco alemán con destino a Kenia. El viaje duró dos semanas.

BILL BENSON:
¿Era un barco alemán?

INGE KATZENSTEIN:
Era un barco alemán que servía comida kosher, en 1939. Y el viaje comenzó en Italia, seguía por el Mediterráneo, luego Gibraltar, el Mar Rojo, el Cuerno de África, y continuaba hacia el sur por la costa africana hasta Mombasa. Por toda la costa africana, desde Gibraltar hasta el Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica. Porque en el viaje, subimos a un barco en Kenia, en Mombasa, y luego nos dirigimos hacia el sur y dimos la vuelta. Era un barco de carga. Nos llevó siete semanas llegar.

BILL BENSON:
Inge, era un barco alemán; por lo tanto, viajaban oficiales alemanes. ¿Sabían ellos que ustedes eran una familia judía?

INGE KATZENSTEIN:
Sí, sí. No solo viajaban oficiales alemanes sino también palomas mensajeras que los alemanes llevaban a Tanganica y era justo antes de la guerra. Vaya a saber uno para qué las usaban, pero las usaban.

BILL BENSON:
¿Y usted recuerda el viaje?

INGE KATZENSTEIN:
Vagamente. Vagamente. Tenía diez años. Era lindo; era un viaje en barco.

BILL BENSON:
Hubo un incidente que usted y Jill me habían mencionado sobre su hermana; creo que alguien la oyó cantar, por casualidad. Cuéntenos.

INGE KATZENSTEIN:
Mi hermana tenía buena voz y alguien la escuchó cantar, por casualidad, y el capitán le pidió que fuera a cantarles a ellos. Y a mi madre le aterraba porque eran nazis y porque mi hermana podía decir algo. Ella tenía cuatro o cinco años, y no distinguía entre una buena y una mala persona. Por eso, mi madre vivía con miedo cada vez que la llamaban para que cantara. Pero ella lo hizo.

BILL BENSON:
Además, le preocupaba lo que pudiera cantar, ¿verdad?

INGE KATZENSTEIN:
Sí.

BILL BENSON:
Pero lo lograron, ella lo logró, hicieron el viaje y llegaron a Kenia. Entonces, llegaron a Kenia, se habían liberado de Alemania, habían salido de allí y en ese momento estaban en Kenia. Pero surgieron nuevos desafíos.

INGE KATZENSTEIN:
Sí.